Frances Eliza Hodgson Burnett (1849, Inglaterra-1924, NY) quería pasar de ser una chica de una familia pobre a una escritora con éxito. Por aquel tiempo, pocas mujeres trabajaban y fue criticada por ello, no solo por su familia, sino por la prensa. En un primer lugar, empezó escribiendo unos 5 relatos para periódicos y finalmente, sus novelas. A parte del libro que se va a comentar a continuación, escribió A Little Princess y Lord Fauntleroy

El título The Secret Garden nos desvela de qué va la historia y la portada nos da más pistas de ello. Cuando lo leí empecé a sentirme pequeña otra vez. Al igual que la niña protagonista, tenía un afán voraz de observar y descubrir cosas nuevas -muy común entre los pequeños-. Sin embargo, Mary descubrirá un jardín secreto en la casa de su tío (y esto sí que es poco común).
La autora nos traslada de la pobre y colérica India a la burguesa Inglaterra. Después de la muerte de sus padres debido la cólera, Mary será llevada a Yorkshire a vivir con su tío. Allí conocerá a la sirvienta Martha Phoebe Sowerby que será la que, por primera vez, la tratará como una niña y, como ya se ve venir, tendrán una bonita amistad. Desde pequeña que ha estado sola, ha sido una niña solitaria y tímida. Pero todo cambiará cuando, acompañada de un hermoso pájaro, el gruñón jardinero y los demás personajes que aparecerán en la obra, la pequeña Mary descubrirá nuevos lugares. Esta evolución del personaje se ve reflejado en el transcurso de las estaciones del año.
Este libro lo leí en inglés, aunque evidentemente está en otros idiomas y también fue adaptado a la gran pantalla en diferentes versiones. Si el lector decide leerlo en este idioma, recomiendo que su nivel sea como mínimo de B1-B2, ya que si no va a tener dificultad en la comprensión lectora. La única pega que veo es que se plasma el dialecto de Yorkshire y a veces es fácil despistarse y no entender lo que está sucediendo. Aunque si se obtiene la adaptación de la editorial Penguin hay un mini glosario para facilitar la lectura.
¡Allí va la cita final!
The sun shone down for nearly a week on the secret garden. The Secret Garden was what Mary called it when she was thinking of it. She liked the name, and she liked still more the feeling that when its beautiful old walls shut her in, no one knew where she was. It seemed almost like being shut out of the world in some fairy place.
Lorena, el arte de la cultura crítica.